12 de noviembre de 1651 - 17 de abril de 1695
Juana Inés, ésta última tomaría el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz, al tomar los hábitos religiosos. Con los años, Sor Juana llegaría a ser una de las poetisas y escritoras más importantes de su época. La fecha de su nacimiento, de acuerdo con lo que señala una fe de bautismo, fue el 12 de noviembre de 1651, en San Miguel Nepantla, Amecameca.
Desde muy pequeña, Juana Inés mostró un profundo interés por el conocimiento. Aprendió a leer a los tres años y a partir de entonces desarrolló un enorme gusto por el estudio. Juana Inés vivió un tiempo con su abuelo Pedro Ramírez en Panoaya. Ahí, pasaba horas enteras disfrutando la lectura de los libros del abuelo. En ese lugar también aprendió a hablar náhuatl, sin que nadie le enseñará, ya que le gustaba mucho platicar con los indígenas.
En aquella época, las universidades y los colegios no estaban abiertos a las mujeres; eran los varones quienes recibían y tenían acceso a la educación. Cuando Juana Inés supo que existía la universidad le pidió a su madre que la vistiera de hombre y la enviara a México a estudiar, pero ella no lo aceptó. El arte era considerado apto sólo para los miembros de la corte y de la iglesia, por lo que el único acceso a la cultura para las mujeres, estaba dentro del convento.
En 1660, Juana llegó a la ciudad de México a vivir con unos parientes de su madre. A los doce años consiguió que la mandaran con un profesor de latín y aprendió esa lengua en sólo veinte clases. Juana Inés era muy disciplinada para el estudio, se marcaba un límite de tiempo para aprender algo y, si no lo aprendía, se cortaba el pelo. Ella decía que lo cortaba porque el pelo crecía aprisa y ella aprendía despacio. Además pensaba que no era justo que "estuviese vestida de cabellos una cabeza que estaba tan desnuda de noticias".
Siempre sobresalió por su precocidad y talento. Las amistades de su familia admiraban su conocimiento y su memoria.Sor Juana aún adolescente, deslumbró con su brillante inteligencia a los cuarenta teólogos, filósofos, matemáticos, historiadores, poetas y humanistas más destacados de su tiempo, quienes a invitación del Marqués de Mancera, la sometieron a extenso interrogatorio que hizo al noble exclamar "que no cabe en humano juicio creer lo que vio".
A los trece años, Juana Inés fue llamada a la corte para servir como dama de la virreina doña Leonor Carreto, marquesa de Mancera. El virrey Marqués de Mancera la nombró "niña prodigio de la corte". Tiempo después, cuando tuvo que decidir su futuro, Juana Inés optó por el único camino que una mujer podía escoger en aquella época para poder dedicarse al estudio: ingresó en el convento de San José de las Carmelitas Descalzas. Más tarde se fue al convento de San Jerónimo, dnde a los 21 años adopta el nombre Sor Juana Inés de la Cruz.
A lo largo de su vida, Sor Juana escribió gran cantidad de poemas, obras de teatro y algunos textos en prosa. Tanto en su obra como en su vida, Juana de Asbaje luchó siempre por lograr la igualdad entre el hombre y la mujer. Luchó para que la mujer tuviera derecho a la educación y se reconociera que es tan inteligente como el hombre.
Por ser la mujer más destacada de su época se le dio el sobrenombre de "La décima Musa". Como también a pasado a la historia con los significativos nombres con que la crítica la ha bautizado: "Fénix de México" y "La monja Mexicana". La fama del "Fénix de México", no encontró, ni encuentra fronteras, y tres siglos después de su creación, sus poesías siguen siendo recitadas, sus obras teatrales representadas, sus ensayos y cartas leídos y estudiados.
Alguna vez Sor Juana Inés de la Cruz se definió a sí misma como buscadora de la verdad: "aunque sea contra mí dijo me ha hecho Dios la merced de darme grandísimo amor a la verdad". Esta es, luego una de las claves que explican su vida; una vida entregada al estudio y a la comprensión del enigma de la existencia. Pero la Verdad primera y última para ella fue Dios, eje y misterio, meta y punto de partida.
Durante una epidemia que entró en San Jerónimo, y Sor Juana, cuidando a sus hermanas, cayó enferma; enfermedad que la llevó a la muerte el 17 de abril de 1695.
Desde muy pequeña, Juana Inés mostró un profundo interés por el conocimiento. Aprendió a leer a los tres años y a partir de entonces desarrolló un enorme gusto por el estudio. Juana Inés vivió un tiempo con su abuelo Pedro Ramírez en Panoaya. Ahí, pasaba horas enteras disfrutando la lectura de los libros del abuelo. En ese lugar también aprendió a hablar náhuatl, sin que nadie le enseñará, ya que le gustaba mucho platicar con los indígenas.
En aquella época, las universidades y los colegios no estaban abiertos a las mujeres; eran los varones quienes recibían y tenían acceso a la educación. Cuando Juana Inés supo que existía la universidad le pidió a su madre que la vistiera de hombre y la enviara a México a estudiar, pero ella no lo aceptó. El arte era considerado apto sólo para los miembros de la corte y de la iglesia, por lo que el único acceso a la cultura para las mujeres, estaba dentro del convento.
En 1660, Juana llegó a la ciudad de México a vivir con unos parientes de su madre. A los doce años consiguió que la mandaran con un profesor de latín y aprendió esa lengua en sólo veinte clases. Juana Inés era muy disciplinada para el estudio, se marcaba un límite de tiempo para aprender algo y, si no lo aprendía, se cortaba el pelo. Ella decía que lo cortaba porque el pelo crecía aprisa y ella aprendía despacio. Además pensaba que no era justo que "estuviese vestida de cabellos una cabeza que estaba tan desnuda de noticias".
Siempre sobresalió por su precocidad y talento. Las amistades de su familia admiraban su conocimiento y su memoria.Sor Juana aún adolescente, deslumbró con su brillante inteligencia a los cuarenta teólogos, filósofos, matemáticos, historiadores, poetas y humanistas más destacados de su tiempo, quienes a invitación del Marqués de Mancera, la sometieron a extenso interrogatorio que hizo al noble exclamar "que no cabe en humano juicio creer lo que vio".
A los trece años, Juana Inés fue llamada a la corte para servir como dama de la virreina doña Leonor Carreto, marquesa de Mancera. El virrey Marqués de Mancera la nombró "niña prodigio de la corte". Tiempo después, cuando tuvo que decidir su futuro, Juana Inés optó por el único camino que una mujer podía escoger en aquella época para poder dedicarse al estudio: ingresó en el convento de San José de las Carmelitas Descalzas. Más tarde se fue al convento de San Jerónimo, dnde a los 21 años adopta el nombre Sor Juana Inés de la Cruz.
A lo largo de su vida, Sor Juana escribió gran cantidad de poemas, obras de teatro y algunos textos en prosa. Tanto en su obra como en su vida, Juana de Asbaje luchó siempre por lograr la igualdad entre el hombre y la mujer. Luchó para que la mujer tuviera derecho a la educación y se reconociera que es tan inteligente como el hombre.
Por ser la mujer más destacada de su época se le dio el sobrenombre de "La décima Musa". Como también a pasado a la historia con los significativos nombres con que la crítica la ha bautizado: "Fénix de México" y "La monja Mexicana". La fama del "Fénix de México", no encontró, ni encuentra fronteras, y tres siglos después de su creación, sus poesías siguen siendo recitadas, sus obras teatrales representadas, sus ensayos y cartas leídos y estudiados.
Alguna vez Sor Juana Inés de la Cruz se definió a sí misma como buscadora de la verdad: "aunque sea contra mí dijo me ha hecho Dios la merced de darme grandísimo amor a la verdad". Esta es, luego una de las claves que explican su vida; una vida entregada al estudio y a la comprensión del enigma de la existencia. Pero la Verdad primera y última para ella fue Dios, eje y misterio, meta y punto de partida.
Durante una epidemia que entró en San Jerónimo, y Sor Juana, cuidando a sus hermanas, cayó enferma; enfermedad que la llevó a la muerte el 17 de abril de 1695.
Poemas
- Amor inoportuno
- Ante la ausencia
- Cogióme sin prevención
- De amor y de discreción
- Día de Comunión
- Dime vencedor rapaz
- Envía una rosa a la virreina
- Este amoroso tormento
- Estos versos, lector mío
- Excusándose
- Expresa los efectos
- Finjamos que soy feliz
- Letras para cantar
- Nacimiento de Cristo
- Oración (traducida)
- Primero Sueño
- Pues estoy condenada
- Redondillas
- Sentimientos de ausente
- Teme que su afecto
- Ya que para despedirme
Sonetos
- A su retrato (Soneto CXLV)
- A una Rosa
- Al que, ingrato me deja, busco amante
- Detente sombra
- Esta tarde, mi bien
- Feliciano me adora y le aborrezco
- Insinua su aversion a los vicios
- La sentencia de Justo
- Verde embeleso
Otras obras
- Loa al Santísimo Sacramento
- Neptuno alegórico
- El Divino Narciso
- Amor es más laberinto
- Los empeños de una casa
- Inundación Castálida
- Carta Atenagórica
- Respuesta a sor Filotea de la Cruz
- Soledades
- Misa de Gloria en GM (perdida).
- Tocotín (breve fuga para órgano).
- "El Caracol" (extenso tratado sobre la música - perdido)
Mujer Digna de Imitar.
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