La Copa Mundial de Fútbol es el torneo internacional de fútbol masculino a nivel de selecciones nacionales más importante del mundo. Su nombre oficial actual es Copa Mundial de la FIFA en honor de la institución que organiza dicho evento.
Este evento deportivo se realiza cada cuatro años desde 1930, con la excepción de los años 1942 y 1946, en los que se suspendió debido a la Segunda Guerra Mundial. Cuenta con dos etapas principales: un proceso clasificatorio en el que participan en la actualidad cerca de 200 selecciones nacionales y una fase final realizada cada cuatro años en una sede definida en la que participan 32 equipos durante un periodo cercano a un mes.
La Copa Mundial de la FIFA ha sido realizada en 18 ocasiones, en las que siete países han alzado la copa: Brasil es el equipo más exitoso, con cinco victorias; Italia, la actual campeona, le sigue con cuatro trofeos, mientras que Alemania tiene tres; Uruguay y Argentina la han ganado dos veces, en tanto que Inglaterra y Francia se han titulado campeones una sola ocasión. Cada continente ha ganado el título en 9 ocasiones y sólo dos equipos de otras confederaciones geográficas han llegado a semifinales; Brasil ha sido el único equipo que ha ganado fuera de su continente (en 1958 y 2002).
El primer encuentro internacional de este deporte se remonta al partido disputado entre Inglaterra y Escocia el 30 de noviembre de 1872. El fútbol en ese tiempo era prácticamente desconocido fuera de las islas Británicas. El fútbol debutó como un deporte de demostración en los Juegos Olímpicos de París 1900, experiencia repetida en Saint Louis 1904 y los Juegos Intercalados de 1906 en Atenas.
El 21 de mayo de 1904 fue fundada la Federación Internacional de Fútbol Asociación con el fin de organizar el desarrollo del deporte. Dentro de sus ideas originales surgió la posibilidad de realizar en 1906 un torneo internacional en Suiza, pero finalmente la propuesta fracasó.[3] Sin embargo, la idea se mantendría y se concretaría cuando Londres organizó la IV Olimpiada en 1908 y declaró al fútbol como deporte olímpico oficial. A cargo de la Football Association, el primer torneo sería ganado por el Reino Unido, seguido por Dinamarca y Países Bajos.
Con el paso de los años el torneo olímpico continuó pero como un evento amateur. En 1909 Sir Thomas Lipton organizaría un torneo profesional entre clubes que representarían a cada país en la ciudad de Turín. Éste torneo es denominado a veces como la "primera Copa Mundial". En 1914 la FIFA reconocería al torneo olímpico como un "campeonato mundial de fútbol para amateurs" y decidió hacerse responsable del desarrollo de dicho evento. Tras la Primera Guerra Mundial se realizaría el primer torneo intercontinental en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920, donde participaron 13 equipos europeos junto al seleccionado de Egipto.
En los Juegos Olímpicos de París 1924 se integraron los equipos sudamericanos. En dicho evento Uruguay se coronaría campeón y luego mantendría la medalla de oro en Ámsterdam 1928.
La primera Copa Mundial
Durante la realización de los Juegos Olímpicos, la FIFA organizó un congreso donde se decidió finalmente la realización de un torneo de fútbol profesional de nivel internacional en 1930. Inmediatamente varios países europeos presentaron su candidatura (Italia, Hungría, los Países Bajos, España y Suecia) junto a la de Uruguay. Jules Rimet, presidente de la FIFA en esos años, estaba a favor de la realización en el país sudamericano, tanto por sus éxitos deportivos como por el hecho de que el país celebraría el centenario de la Jura de la Constitución. Además, pensaba que realizarlo fuera de Europa podría servir como forma de ayudar al proceso de paz tras la devastadora Gran Guerra que asoló a dicho continente.
Uruguay sería finalmente elegido por unanimidad, pero eso no implicó el apoyo europeo a la realización del torneo fuera de su continente. Los países europeos invitados al torneo declinaron su participación argumentando que no podrían costear el largo viaje a lo largo del Océano Atlántico en medio de la crisis económica que había azotado al mundo en esos años. A pesar de que Uruguay se ofreció a solventar los costos, sólo Francia, Bélgica, Yugoslavia y Rumania acudieron a la cita. Tras el boicot, los organizadores debieron disminuir el número de participantes en el torneo, de 16 a 13.
A pesar de las complicaciones iniciales, el torneo fue un éxito. Los dos primeros partidos fueron disputados simultáneamente: Francia derrotó por 4:1 a México, donde Lucien Laurent anotó el primer gol en la historia del torneo; y Estados Unidos derrotó por 3:0 a Bélgica. Con la ausencia de los equipos europeos, los equipos del Río de la Plata avanzaron fácilmente a la final. Uruguay y Argentina se enfrentaron el 30 de julio de 1930 en el recién inaugurado Estadio Centenario. Tras ganar el encuentro por 4:2, los locales se coronaron como los primeros campeones mundiales de fútbol.
El bicampeonato italiano.
La segunda Copa Mundial fue organizada en 1934 por Italia. Como forma de retribución por el boicot realizado en 1930 por los países europeos, Uruguay y otros países americanos se retiraron del torneo. La Copa Mundial se había convertido en muy poco tiempo en un gran acontecimiento que recibía las miradas de todo el mundo. Italia llegó a la final del torneo donde se enfrentó a Checoslovaquia Tras una serie de errores arbitrales, Angelo Schiavio anotó el gol del triunfo italiano durante la prórroga, que coronaría a Italia como campeona del mundo.
La Copa Mundial de Fútbol de 1938 a realizarse en Francia contó con las deserciones de España, China y Japón, mientras la clasificada Austria se retiró del torneo de igual forma. Ya en el torneo propiamente tal, Alemania fue repudiada por el público mientras los jugadores realizaban el tradicional saludo nazi. Además, los equipos americanos (a excepción de Brasil y Cuba) nuevamente boicotearon el torneo luego de que fuera otorgada la sede a un país europeo a pesar del compromiso inicial de alternar la sede entre ambos continentes.
Italia mostró su capacidad ofensiva llegando a la final del torneo tras derrotar al Brasil de Leônidas, una de las figuras del torneo. Los italianos se enfrentaron a la potente Hungría y la derrotaron por 4:2, convirtiéndose en el primer equipo en alcanzar el bicampeonato.
El torneo tras la Segunda Guerra Mundial.
Para el torneo de 1942, Argentina, Brasil y la Alemania Nazi presentaron sus candidaturas, pero tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial la FIFA decidió la suspensión de todos los eventos mientras el conflicto perdurase, provocando la cancelación de los torneos de 1942 y 1946. En ese último año, la FIFA decidió que la Copa Mundial fuera reanudada tan pronto como fuera posible. Como la mayoría de los países europeos estaban devastados por la guerra, ninguno tenía la capacidad para organizar el torneo, por lo que Brasil presentó su candidatura y fue electo por la FIFA para realizar la Copa Mundial de Fútbol de 1950.
Diversos países se retiraron del torneo, incluida la India y Argentina, reduciendo el número de participantes de 16 a 13. Sin embargo, el evento marcó el ingreso por primera vez de los equipos del Reino Unido a los procesos clasificatorios. Así, Inglaterra participó por primera vez en la Copa Mundial, mas fue eliminada rápidamente a pesar de su favoritismo. Tras la primera ronda, Brasil, España, Suecia y Uruguay se clasificaron a un grupo final de donde saldría el campeón del torneo.
El seleccionado brasileño derrotó por sendas goleadas a los equipos europeos, por lo que su victoria parecía asegurada.
En el último partido, Brasil se enfrentaría a Uruguay, que había tenido una irregular actuación, con una victoria sobre Suecia y un empate ante España. Por lo tanto, aunque no se tratase de una final, el campeón saldría de ese último partido, en el que a Brasil le valía un empate. Todo estaba listo en el Estadio Maracaná para las celebraciones del triunfo brasileño ante cerca de 175.000 espectadores, los diarios locales ya habían anunciado el partido como el de la primera victoria mundial de Brasil. Pero los uruguayos lograron derrotar a los brasileños y coronarse campeones, después de remontar un 1:0 inicial, para acabar con un 1:2. El llamado Maracanazo es considerado como una de las más grandes sorpresas en la historia del deporte.
En 1954, la Copa Mundial regresó a Europa cuando Suiza, país neutral durante la guerra, fue la sede de la V Copa Mundial. Durante el desarrollo del torneo se produjeron tres de los partidos más recordados en la historia de la competición. Durante los cuartos de final, el Equipo de oro, nombre con el que se conocía al equipo de Hungría, se enfrentó a la selección brasileña, que después del Maracanzo decidió cambiar el color blanco de su camiseta por el actual amarillo con ribetes verdes. El partido, que enfrentó a dos de las mejores escuadras del torneo, se convirtió en uno de los encuentros más infames de la historia: la excesiva violencia hizo que fuera conocido tradicionalmente como la Batalla de Berna, en la que participaron tanto jugadores como entrenadores. En la misma ronda, Austria derrotó a Suiza por 7:5, en el encuentro con mayor número de goles anotados en la historia. La final sería disputada el 4 de julio de 1954 en el Wankdorfstadion, entre los húngaros y la Alemania Federal, equipo que regresaba al torneo luego de la prohibición establecida tras la derrota germana en la Segunda Guerra Mundial. Ambos equipos se habían enfrentado en la primera ronda y los magiares habían goleado 8:3 a sus rivales, por lo que una victoria de la Alemania Occidental parecía impensable. Sin embargo, los alemanes alcanzaron la victoria por 3:2 derrotando al combinado liderado por Ferenc Puskás y alzaron por primera vez el trofeo Jules Rimet. El encuentro conocido como el Milagro de Berna es considerado como uno de los hechos que marcaron el fin del período de postguerra de Alemania y su renacer. Prueba de ello es la película sobre el partido, titulada El milagro alemán.
Suecia fue el país destinado a realizar la Copa Mundial de Fútbol de 1958. El torneo fue el primero en ser transmitido a través de la televisión, dando origen posteriormente a la expansión del torneo hacia otros continentes. En el ámbito deportivo, la Francia de Just Fontaine alcanzaría el tercer lugar del torneo tras ser derrotados en semifinales por Brasil. Los sudamericanos se enfrentarían en la final al combinado local, en el Estadio Råsunda de Estocolmo. Pelé era la gran promesa brasileña, pero eran pocos los que lo conocían. Durante una serie de partidos de preparación frente a clubes italianos previos al inicio del mundial, Pelé sufrió una lesión de rodilla. Estuvo cerca de abandonar la delegación brasileña, pero finalmente acudió a Suecia, donde no pudo debutar hasta el partido de cuartos de final frente a Gales. Suyo fue el único gol del partido, y en semifinales frente a Francia anotó un total de tres. En la final, con un marcador final de 5:2, Brasil se coronó campeón del mundo por primera vez en la historia. Aunque los suecos se pondrían en ventaja temprana, la aparición de Vavá y Pelé, con dos goles cada uno, revertirían la situación.
Brasil nuevamente brillaría en el torneo siguiente, realizado en Chile a mediados de 1962. Pelé, ya convertido en uno de los mejores jugadores del momento, no pudo participar debido a una lesión a comienzos del evento, pero la magia de Garrincha llevaría al equipo brasileño a levantar por segunda vez la Copa al derrotar en la final a Checoslovaquia, frente a más de 60.000 personas instaladas en el Estadio Nacional de Santiago de Chile. Cabe resaltar que en ese torneo, el colombiano Marcos Coll marcó en el empate de su selección 4:4 con la Unión Soviética el único gol olímpico marcado en la historia de los mundiales.
En 1966 la Copa sería realizada en Inglaterra, cuna del fútbol. Brasil quedaría eliminada en primera ronda después de ser derrotada en violentos partidos por Hungría y Portugal, que eventualmente llegaría a semifinales liderada por Eusébio. Uruguay y Argentina tampoco llegaron lejos, luego de quedar eliminados en cuartos de final tras arbitrajes polémicos. Desde su debut en 1950, Inglaterra no había podido tener una buena actuación, por lo que ésta era su oportunidad de demostrar su paternidad. Los locales se enfrentaron a Alemania Federal ante un Estadio de Wembley repleto apoyando a su selección. Tras empatar en el tiempo regular se realizó una prórroga. En el minuto 101, Geoff Hurst disparó contra la portería alemana y el balón sería despejado por el guardameta. El tiro sería considerado gol por el árbitro, desatando una polémica que persiste hasta el día de hoy sobre si el balón cruzó completamente la línea de gol. Cuando quedaban segundos para que el partido finalizara y todo el equipo germano intentaba descontar, Bobby Moore atrapó un balón que conectó con Hurst, quien realizó un disparo lejano, anotando el 4:2 final, desatando la alegría en las graderías. Minutos después, Moore recibiría la Copa Jules Rimet de las manos de la Reina Isabel II.
A pesar del fracaso de 1966, la escuadra brasileña llegó a México dispuesta a ganar el Mundial de 1970. La verdeamarela se enfrentó en primera ronda a los campeones defensores. Brasil, que incluía en sus filas no sólo a Pelé, sino a otros grandes jugadores como Jairzinho, Tostão, Rivelino y Carlos Alberto, derrotó por la cuenta mínima a los ingleses en uno de los encuentros más memorables del torneo.
Brasil avanzó invicto hasta las finales, donde se enfrentaría al ganador del partido entre Italia y Alemania Federal. Los italianos habían goleado a la selección local, mientras los germanos se clasificaron tras derrotar a los ingleses en tiempo extra, reeditando la final del torneo previo. El encuentro partió con un temprano gol de Roberto Boninsegna. Cuando se jugaban los descuentos, Karl-Heinz Schnellinger anotó y forzó la prórroga, en que cada equipo anotó dos goles más. Alemania, exhausta tras el partido ante Inglaterra y con Franz Beckenbauer lesionado, no pudo aguantar la presión y fue derrotada por 4:3. Un monumento levantado posteriormente en el Estadio Azteca conmemora hasta el día de hoy el llamado Partido del Siglo, considerado por muchos como el mejor de la historia.
Brasil e Italia se enfrentaron el 21 de junio de 1970 en Ciudad de México para definir cuál de los dos equipos se adjudicaría para siempre el Trofeo Jules Rimet, premio que sería entregado al primer equipo en ganar tres veces el torneo. Durante el primer tiempo ambos equipos estuvieron igualados a un gol, pero la artillería brasileña estallaría en el segundo tiempo, en el que los italianos pagaron el esfuerzo realizado frente a Alemania, anotando tres goles más. Brasil derrotó por 4:1 a Italia, coronándose como tricampeón con una de las escuadras más valoradas en la historia del fútbol.
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